APRENDI

APRENDI

De tanta soledad  aprendí
  a compartir mi felicidad con la poesía,
 acepte que la lejanía cura, 
y que la soledad es una aventura.

Aprendí a amarme con los sueños, 
a dar amor en medio de mis
sufrimientos, aprendí a vivir con las  
caricias que el viento me ofrece. 

 Que cada amanecer comienza 
una nueva vida y que algún día 
sin saberlo seremos polvo al amanecer. 
de tanta soledad aprendí a alejarme.

 A vivir mi felicidad a escondidas,
 que la lejanía cura, que la soledad 
purifica el alma, aprendí a querer 
con los sueños a dar en poesía, 

  En la quietud del silencio
 se escucha la voz del alma,  
   entre mis ruidos aprendí a deleitarme con el 
 canto de un ruiseñor acariciando el alba.

 A danzar con mis sombras,
a abrazar el eco de mi ser,
 a encontrar en cada rincón de mi mente
un universo por descubrir.

A encontrarme en la vastedad de mi soledad,
a descubrir que no estoy solo en este inmenso
universo, que cada estrella es un reflejo,
cada luna, un confidente.

Cada despedida es solo un preludio 
para un nuevo encuentro,
y en el ocaso de cada día, se siembran
 las semillas de un nuevo amanecer.



Autor. Luis Alberto Morales Guerra.
Seudónimo. Luis Alberto Del Alba.
Reservados todos los derechos de autor.
Escrito en Casablanca Valparaíso Chile
mmorales.luis1938@gmail.com 







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