MOLDEAME A TU MANERA






Me dirijo a la estación a ver si algún 
tren veo pasar, son tan largas las horas que 
no me canso de pensar de aquellos errores 
pasados que solía transitar.

Hoy me vesti con ropas nuevas, 
porque presiento en el fondo de mi alma 
que mi amado Señor a esta estación llegara,
  el es mi alfarero, el reparador de calzadas. 

El que toco mi corazón cuando una 
mañana me vio llorar, el que sano mis 
heridas, el que toco mi alma 
 y me hizo reflexionar, 

El que con suave ternura me supo moldear,
el que le dio forma a mi vida con el 
barro celestial, el que tuvo paciencia 
conmigo y esto jamás lo podre olvidar, 

Ya tengo un puesto en ese tren, pero 
quisiera Señor que mi familia,  mis amigos 
pudieran abordar, ese trencito del cielo 
que no se cansa de andar. 

Recogiendo pasajeros, todos aquellos que 
fueron escogidos ninguno se quedara, porque
 mi Cristo quiere que seamos como vasos 
 de barro para el podernos moldear. 

 Pronto podremos tocar las estrellas 
en este viaje celestial, bendito sea tu nombre 
que por los siglos durara porque tus
años no terminan y tu jamás nos dejaras.


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